Gracias a Hemmings.com he recordado un vídeo que había visto hace tiempo, y que me ha impresionado: la imagen subjetiva de una conducción a toda velocidad a través de París.

En 1976, el director de cine Claud Lelouch decidió hacer algo innovador, arriesgado y, a la postre, ilegal: agarró su Mercedes 450 SEL 6.9, se levantó antes del amanecer, y atravesó París conduciendo como si fuera un piloto de carreras. Puso una cámara en el coche para grabar el recorrido como si el espectador fuera el conductor, un anticipo de las cámaras subjetivas que vemos en la Fórmula 1. Al final del vídeo se ve el supuesto motivo del conductor, algo que adivinarán si entienden lo que significa el título: “C’etait un rendezvous”.

Recientemente se ha editado una versión “HD”, que es lo que justificó el artículo de Hemmings. Se vende por 14.99 libras; pero si no les importa verlo en “baja definición”, en YouTube hay varias versiones. Aquí les dejo una de ellas.