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La vida en pequeñas dosis

“Pocket rockets”

De vez en cuando, algún chalado de la mecánica agarra un motor con muchos caballos y lo pone en un coche donde apenas cabe. Esta semana ha salido un nuevo ejemplo en bringatrailer.com, y me sirve de excusa para escribir algo.

El coche en cuestión es éste:

Mini de 1970 con motor Yamaha R1 (fuente: bringatrailer.com)

Mini de 1970 con motor Yamaha R1 (fuente: bringatrailer.com)

Este pequeñajo lleva un motor Yamaha R1, un motor diseñado para la moto Yamaha YZF-R1 que alcanza los 150 CV. Como se pueden imaginar, 150 CV en un coche que pesa sobre 750 kg son palabras mayores. En el anuncio original, el creador de este pequeñajo dice que da miedo conducirlo: una vez que se llega a la power band, es mejor agarrarse fuerte. Dice que la sensación de velocidad es mayor que en otro coche que tiene, un Camaro de 502 CV.

Había visto algo parecido hace tiempo, con los Smart a los que les ponen el motor de una Hayabusa, la moto más rápida de serie. Aquí hay un video en el que uno de éstos compite con un Ferrari en una carrera corta. Sigo prefiriendo el Ferrari, que conste.

Estos coches modificados son llamados pocket rockets (“cohetes de bolsillo”). Hay un hilo en este foro con una recopilación.

¿Son peligrosos? Muchísimo: el dueño del Mini de ahí arriba decía que le daba menos miedo conducir su Camaro de 502 CV. Un coche tan pequeño lanzado a gran velocidad, por muchos frenos que le pongas, no podrá reaccionar como uno más pesado y pensado para esas velocidades. ¿Son legales? Habría que verlo: en los EEUU hay manga ancha, pero no sé cómo sería aquí en España. ¿Son caros? Bastante: aparte del motor, que no es barato, haría falta el chasis del coche original y mucha mano de obra experta.

Pero eso no quita que me den una envidia tremenda cada vez que que veo los vídeos.

“C’etait un rendezvous”: atravesando París a toda velocidad

Gracias a Hemmings.com he recordado un vídeo que había visto hace tiempo, y que me ha impresionado: la imagen subjetiva de una conducción a toda velocidad a través de París.

En 1976, el director de cine Claud Lelouch decidió hacer algo innovador, arriesgado y, a la postre, ilegal: agarró su Mercedes 450 SEL 6.9, se levantó antes del amanecer, y atravesó París conduciendo como si fuera un piloto de carreras. Puso una cámara en el coche para grabar el recorrido como si el espectador fuera el conductor, un anticipo de las cámaras subjetivas que vemos en la Fórmula 1. Al final del vídeo se ve el supuesto motivo del conductor, algo que adivinarán si entienden lo que significa el título: “C’etait un rendezvous”.

Recientemente se ha editado una versión “HD”, que es lo que justificó el artículo de Hemmings. Se vende por 14.99 libras; pero si no les importa verlo en “baja definición”, en YouTube hay varias versiones. Aquí les dejo una de ellas.

“Overhauled”

En el coche de hoy se unen dos de mis cosas preferidas: el programa Overhaulin’ y un muscle car, el Dodge Challenger.

Dodge Challenger de 1972, "overhauled" (fuente: hemmings.com)

Dodge Challenger de 1972, "overhauled" (fuente: hemmings.com)

Overhaulin’

Overhaulin’ (“poniendo a punto”, o “puesta a punto”) es un programa de televisión que se emitió entre el 2005 y el 2009 en el canal americano TLC, y que desde hace tiempo se emite también en Discovery Max. Es un reality poco convencional: el equipo del programa “roba” (con la colaboración de algún familiar o amigo del dueño) un coche clásico. No hay una definición oficial para “clásico”: cualquiera de más de veinte años podría considerarse así. Mientras el dueño se pregunta qué ha pasado con su coche, un equipo de mecánicos repara, mejora y prácticamente reconstruye el coche para convertirlo en un hot rod: un deportivo de motor exageradamente grande (400 y 500 CV son habituales), llantas cromadas, tapicería de piel y equipo de música de miles de watios de potencia.

La “dirección artística” corre a cargo de Chip Foose, un diseñador de hot rods famoso en los EEUU. Viendo los resultados del programa, lo que me extraña es que no sea famoso en el mundo entero. Quizás otro día le dedique una entrada, porque se lo merece: su estilo respeta el espíritu original de los coches, sin demasiadas estridencias pero con un carácter netamente americano. Espero que viendo el coche de hoy se hagan una idea.

El Dodge Challenger

Ya hemos visto varios muscle cars en estas entradas, pero todavía no habíamos pasado por el Dodge Challenger, producto de la matriz Chrysler. Fue un pony car tardío: no apareció en los 60, como el Mustang y el Camaro, sino en el 1970. Compartía elementos con otro muscle car de Chrysler, el Plymouth Barracuda.

El modelo performance de 1970 montaba un V8 de 6.3 litros y 335CV … ¡con una transmisión manual de tres marchas! ¿Se imaginan hasta dónde podrían llegar en primera?

El hermano perdido del Corvette

Hace un par de semanas estaba leyendo Hemmings.com, y me encontré con este coche:

Roadster LaSalle II, 1955 (fuente: hemmings.com)

Roadster LaSalle II, 1955 (fuente: hemmings.com)

Es un modelo único: un prototipo del LaSalle II, de 1955. Fue creado para el GM Motorama, una exposición de coches “futuristas” celebrada anualmente por GM para comprobar la reacción del público a algunas innovaciones, enseñar músculo con fantásticos concept cars y anunciar nuevos modelos. LaSalle era una rama de la marca Cadillac, que un ejecutivo llamado Harvey Earl quiso resucitar a mediados de los cincuenta. El Motorama fue el sitio escogido para presentar los nuevos modelos, un roadster (el que aparece en la foto) y un sedán de seis plazas.

Se creía que este coche, junto con otros expuestos el mismo año (Chevrolet Biscayne, La Salle II sedan y Cadillac Eldorado Brougham Town Car), había sido destruído en 1958. Pero no era así: habían sido despiezados y conservados en pésimas condiciones en un desguace de Sterling Heights, Michigan. Un aficionado llamado Joe Bortz los encontró, los compró y se dispuso a restaurarlos. En la foto se puede ver el resultado.

El LaSalle II es un “hermano” del Corvette, del que no puede negar su parecido. Incluye algunos elementos novedosos, como el espacio abierto para las ruedas traseras o un cuerpo unibody (de una pieza). Montaba un motor V6 con bloque de aluminio, que se incluyó en el modelo expuesto en Motorama pero no llegó a usarse nunca. Para la restauración, Joe Bortz decidió desechar el V6 y convertir el LaSalle II en un coche eléctrico.

Aquí les dejo un vídeo en el que se ven detalles de la restauración:

Taller SPQRol (2): Revisión y feedback

La segunda etapa del taller de rol de SPQRol ya ha pasado, y el resultado ha sido interesante.

Escribir es duro, amigos míos

Escribir es duro, amigos míos

El enunciado era éste:

 Cada uno de vosotros deberá leer con cariño el proyecto que presentó uno de vuestros compañeros en el anterior ejercicio y detallar, en un mínimo de doscientas y un máximo de cuatrocientas palabras, tres aspectos positivos y tres ideas de mejora de la propuesta que se le ha asignado. Este feedback lo postearéis aquí mismo, para que lo pueda leer la persona que se os ha asignado. Cada uno de vosotros deberá, entonces, responder al feedback recibido indicando qué aspectos de los comentados vais a tener en cuenta, cuáles no, y el porqué de cada uno.

A mí me tocó criticar el trabajo de Bayushi Yachi, que va a crear un autojugable ambientado en un instituto japonés “encantado”, en el que los alumnos usan la magia para defenderse y proteger a sus compañeros de los demonios y otros seres sobrenaturales que lo plagan. Mi autojugable fue criticado por Ryback, y aquí pongo lo que me dijo:

Aspectos positivos:

–          Un gancho sencillo y rápido con el que iniciar las partidas. La premisa del juego no engaña a nadie y permite montar partidas en un santiamén.

–          Un sistema ágil y dinámico que refuerza la sensación de sencillez expuesta en el argumento.

–          Todo un universo para explorar, aparentemente ilimitado, en el que te puedes encontrar de todo.

Posibles mejoras:

–          La exploración de mazmorras y el saqueo de tesoros es un tema muy trillado y bastante repetitivo. ¿Por qué no ampliar un poco más el abanico de posibilidades? En lugar de ser busca-tesoros, los personajes podrían ser mercenarios, de esta forma, además de buscar objetos o civilizaciones perdidas podrían ser contratados para misiones de escolta, sabotaje, asesinato o infiltración. Los PJS podrían especializarse en diferentes clases: combatientes (“guerreros”), técnicos (“pícaros”), investigadores (“magos”). Las razas alienígenas podrían ser optativas.

–          Algo de trasfondo habrá que añadir a la ambientación.  Si te decantas única y exclusivamente por la investigación, sería bueno añadir información sobre algunas culturas y civilizaciones perdidas; si deseas incluir también conflictos armados, igual te interesa detallar un poco los bandos enfrentados. Una forma de unificar ambas cosas sería que las reliquias, tesoros y restos, perteneciesen a civilizaciones extintas muy avanzadas, de tal modo que todas las corporaciones y grupos de poder las deseen, lo cual provocaría conflictos y guerras en los planetas que las contengan. Algo así como Indiana Jones y el Arca Perdida, pero en el espacio.

–          Ya que la exploración va a ser algo importante en el juego, sería interesante incluir algún modo de que todos los jugadores puedan añadir elementos a al narración, y que no todo quede en manos del DJ. Algo semejante a la Ley de los Éxitos en Donjon. De esta manera el universo de juego o ha de crearlo uno solo si no que se van añadiendo detalles partida tras partida.El Donjon trae también un sistema de ventajas persoanlizadas, de tal modo que los jugadores pueden añadir a su PJ rasgos únicos, muy útil si deseais inventar razas alienígenas sobre la marcha, SD6 seguro que podría incluir algo similar.

Todo bastante razonable. Alguna cosa de las que menciona ya la había pensado (que los personajes fueran mercenarios), y otras no las conocía (como lo que hacen en Donjon).

El taller sigue en marcha, y la tercera etapa tiene la deadline el 4 de noviembre. Seguiré informando.

El coche fantástico

Otro guiño a la nostalgia y a los 80 en esta entrada. Si son de mi generación, esto les sonará:

El coche fantástico es una trepidante aventura, de un hombre que no existe, en un mundo lleno de peligros. Michael Knight, un joven solitario embarcado en una cruzada para salvar la causa de los inocentes, los indefensos, los débiles, dentro de un mundo de criminales que operan al margen de la ley…

Efectivamente: el coche fantástico. El protagonista de la serie era este coche:

"El coche fantástico" (1982)

"El coche fantástico" (1982)

A nosotros llegó como un deportivo exótico y de líneas desconocidas, pero en los EEUU ya era famoso. El modelo en el que se basó fue el Pontiac Firebird Trans-Am, un muscle car que nació al mismo tiempo que el Mustang, el Camaro y otros parecidos.

La marca del indio

Pontiac es otra de las marcas que forman el conglomerado de General Motors. Su nombre viene del sitio donde se fundó: Pontiac, Michigan, que a su vez recibe su nombre de un famoso caudillo de los indios Ottawa que lideró una rebelión en el siglo XVIII.

El objetivo de la marca era hacer coches para el gran público, de coste reducido pero sin perder cierta garra deportiva, y se hizo famosa por los coches “afilados” como el Firebird. He aquí una foto de los Firebird desde el 67 hasta el 2002. ¿Reconocen el modelo del medio?

Familia de los Firebird Trans-Am (fuente: Wikipedia)

Familia de los Firebird Trans-Am (fuente: Wikipedia)

Como no podía ser de otra forma, todos los Firebird tenían motores de seis u ocho cilindros. El  primer modelo de seis cilindros era un OCH inline-6 (todos los cilindros en línea, no en “V”), diseñado por John DeLorean. Sí, el de la marca que vimos hace poco. Movía 3.7L y 165CV, que personalmente pienso que es buen rendimiento para lo acostumbrado en estos coches. Compárese con los 2.8L y 101CV del Mustang original, que es de la misma época.

Mucha gente optó (cómo no: son los EEUU) por el modelo V8, de 5.3L y 250CV, o una versión superior con el mismo desplazamiento y 285CV. El modelo más potente que se hizo fue un motor de 1969 (con el primer pack “Trans-Am”) de 5.0L y 330CV.

Firebirds en BaT

En Bringatrailer.com han aparecido varios Firebirds, aunque ninguno exactamente como el de “El coche fantástico”. Por ejemplo, he aquí uno del 79:

Pontiac Firebird Trans-Am del 79 (fuente: bringatrailer.com)

Pontiac Firebird Trans-Am del 79 (fuente: bringatrailer.com)

Y aquí otro del mismo año:

Y otro Pontiac Trans-Am del 79 (fuente: bringatrailer.com)

Y otro Pontiac Trans-Am del 79 (fuente: bringatrailer.com)

Viendo todos los coches que hemos mencionado aquí, diría que los muscle cars de los 70 siguen teniendo algo especial.

Clásicos modificados para carreras

Uno de los usos más comunes de coches “clásicos” como los que han aparecido aquí últimamente es, tras algunas modificaciones, correr en carreras profesionales o semi-amateur. La materia prima ya está ahí: los muscle cars, con sus motores V8 y su estructura deportiva, no necesitan mucho para convertirse en coches de competición.

La SCCA

Una de las promotoras de estas carreras es la Sports Car Club of America, o SCCA. Esta sociedad lleva promocionando la conducción deportiva desde 1944, con varias “ligas” de carreras profesionales, “club racing”, autocross y rally. El “club racing” es el que agrupa la mayoría de coches modificados, desde sólo medidas de seguridad adicionales como barras antivuelco hasta cambios completos que sólo retienen la carrocería y el chasis originales.

1973 AMC Hornet Hatchback

Aquí tenemos un buen ejemplo de coche modificado para carreras:

AMC Hornet de 1973 (fuente: bringatrailer.com)

AMC Hornet de 1973 (fuente: bringatrailer.com)

Es un AMC Hornet del 1973 (AMC surgió de la fusión de Nash-Kelvinator y Hudson, que reusó aquí el nombre de uno de sus modelos más famosos), cuya máxima motorización original era un V8 de 5.9l y 175CV, pero que en este caso lleva un motor AMC 401 de 6.5l y 330CV. Corrió durante los 80 y ganó dos campeonatos de la SCCA, en 1987 y 1988. Fue uno de los modelos más vendidos de la marca.

Chevrolet Camaro Z/28 1968

El Camaro es uno de los coches que más han hecho para popularizar los muscle cars. Su lanzamiento (1966) fue un evento muy publicitado entre el periodismo automovilístico, con 200 periodistas recibiendo telegramas misteriosos antes de la fecha concertada. El nombre “Camaro” continuaba la tradición de nombres que empezaban por “c”: Corvair, Chevelle, Chevy II y Corvette. La respuesta de Chevrolet a la pregunta “¿qué es un Camaro?” fue: “un pequeño y fiero animal que se come Mustangs”. Por si no quedaba clara su intención al crear este coche.

Chevrolet Camaro Z/28 de 1968 (fuente: bringatrailer.com)

Chevrolet Camaro Z/28 de 1968 (fuente: bringatrailer.com)

Este modelo fue modificado en 1979 para correr en circuitos, aunque gracias a las laxas leyes estadounidenses tanto éste como el Hornet anterior pueden rodar por carreteras normales sin problemas. La lista de modificaciones es muy larga, incluyendo el kit Z/28 que le acompaña en el nombre; pero lo que más me ha llamado la atención es que incluye un aircraft engine oil-cooler. Caray.

 

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