La vida en pequeñas dosis

Month: septiembre 2012

Una máquina del tiempo

Los “niños de los 80” tuvimos mucha suerte con el cine. Nos tocó una época en la que hubo películas fantásticas, en parte gracias a directores como George Lucas y Spielberg, pero también gracias a otros como Robert Zemeckis: director de “Forrest Gump”, “Náufrago”, “Quién engañó a Roger Rabbit” … y “Regreso al futuro”.

Esa película nos mostró un coche que aquí no veríamos nunca, uno de esos productos netamente americanos: grandes, deportivos y de aspecto espectacular. Estoy hablando del DeLorean, o para ser precisos, el DMC-12.

Delorean de 1981 (fuente: hemmings.com)

Delorean de 1981 (fuente: hemmings.com)

One hit wonder

La empresa DeLorean fue creada por John DeLorean en 1975. Tuvo una vida breve: en 1982 entró en bancarrota y sus acreedores se repartieron sus restos. Sólo fabricó un coche, el DMC-12. El primer prototipo apareció en 1976, y entró en producción en 1981. Sólo se fabricaron 9000 unidades.

Irónicamente, cuando protagonizó la película “Regreso al futuro” (1985), la compañía ya había dejado de existir. Zemeckis escogió el DMC-12 por sus puertas “ala de gaviota”, para darle un aspecto de nave alienígena.

Un coche y una historia

El coche de hoy apareció el 12 de septiembre en hemmings.com. Pertenece a Ian Yanagisawa, que cuando fue despedido decidió darse unas vacaciones viajando a través de los EEUU en el DeLorean de su madre, comprado cuando los niños se fueron de casa. Cuando se cansó de él, Ian lo adoptó y le hizo varias mejoras. Luego le despidieron, y antes de reincorporarse al mercado laboral, necesitaba desconectar un poco. Él lo explica así:

En algún momento necesitaré un trabajo, pero primero necesito alguna prueba de que el mundo no es tan frío ni impredecible como el ambiente corporativo en el que llevaba viviendo un tiempo. Aparte de quitarle el polvo a mi currículum, he decidido pasar cierto tiempo renovando mi optimismo. Necesito ver las cosas desde lejos, por decirlo así. Necesito poner esta decepción en un contexto más amplio y redescubrir el tipo de fe y esperanza que es tan difícil de encontrar y mantener estos días. Así que decidí hacer un viaje por carretera. Y no uno cualquiera. Decidí agarrar mi DeLorean y conducir hacia el atardecer para visitar sitios en los que no había estado, ver gente que no veo nunca y descubrir hasta dónde puedo ir en este poco fiable pero querido vehículo.

En el momento del artículo, Ian llevaba 12000 millas, y esperaba hacer unas 10000 más. Para los interesados, ha ido contando su viaje en su weblog.

 

Taller SPQRol (1): Saqueadores Interdimensionales

Desde hace varios meses frecuento el foro rolero SPQRol. Me había limitado a escribir alguna respuesta a los temas que salían, pero ahora también estoy participando en el taller de escritura de rol que modera uno de los foreros, Yirkash. Y como no quiero que el que llegue por casualidad al weblog piense que sólo escribo de coches antiguos, voy a poner por aquí lo que vayamos haciendo por allí.

Dados aleatorios. No sabía qué imagen poner. (fuente: trollandtoad.com)

Dados aleatorios. No sabía qué imagen poner. (fuente: trollandtoad.com)

Para explicar qué se pretende con este taller voy a citar el primer post de Yirkash:

Primero de todo, vamos a definir una vez más el objetivo final de este taller. A lo largo del mismo intentaremos crear un autojugable de alrededor de unas seis páginas de extensión. Al usar el término autojugable nos referimos a una obra final que contenga un sistema de juego, una ambientación en la que se desarrolla el juego y una aventura que tiene lugar en dicho juego. Es decir, podríamos definir autojugable como un reglamento básico con su aventura introductoria pero, en este caso, reducido a su mínima expresión. El motivo de que apuntemos a una extensión tan breve, tan solo alrededor de seis páginas, es por una parte el trabajar nuestra capacidad de síntesis y por otra el mantener este proyecto dentro de unos límites suficientemente reducidos para que podamos realizarlo con el escaso tiempo libre del que disponemos todos.

Sé por experiencia que es fácil empezar un proyecto de este tipo con algo sencillo, pretendiendo terminarlo pronto, y perderse en el desarrollo. Me pasó con el Exilio y muchos otros antes, que no llegaron a ver la luz del sol. En este taller se quiere evitar eso mediante hitos que irá marcando Yirkash, para construir el autojugable poco a poco y sin distracciones.

El primer hito es un planteamiento breve del diseño, resumiéndolo en un texto de entre 150 y 250 palabras. En el texto se debe dar una idea general del tipo de sistema que se usará, de cómo será la ambientación y de qué irá la aventura inicial. En mi caso, el juego se va a llamar “Saqueadores Interdimensionales”, y el texto introductorio es éste:

En “Saqueadores Interdimensionales” los jugadores llevan a un grupo de variopintos saqueadores con equipo de ciencia-ficción, que buscan tesoros en las ruinas accesibles a través del multiverso con la esperanza de hacerse ricos y retirarse jóvenes y enteros. Tendrán que enfrentarse a lo que encuentren en las ruinas, a otros saqueadores tan ambiciosos como ellos y al Gobierno del Nexo Interdimensional (GNI), que los considera proscritos.

Para el sistema de juego usaré el sistema libre SD6, que no conozco mucho pero parece sencillo y fácil de adaptar a cualquier situación.

En la primera aventura, un joven emprendedor quiere crear su propia compañía de saqueadores para buscar el tesoro que llevó a la muerte a la compañía a la que pertenecía. Para ello, buscará a varios personajes de perfiles muy determinados y les prometerá el oro y el moro a cambio de su colaboración.

Les mantendré al día con los progresos de este taller. ¿Quién sabe? Puede que, esta vez, hasta consiga terminarlo y todo.

 

Gran (Ford) Torino

En los EEUU, Ford fue más que una marca. Fue el representante de la industria “a la americana”, grande y orgullosa. No es de extrañar que varios de los modelos que fabricó se hayan convertido en iconos culturales, como el Ford Mustang del que les hablaba hace un tiempo, o el Ford del que les voy a hablar hoy: el Ford Torino.

Gran Torino, la película (fuente: movieposters.com)

Gran Torino, la película (fuente: movieposters.com)

El Detroit italiano

El Torino recibe su nombre de Turín, la ciudad italiana, considerada el equivalente de Detroit por ser sede de las principales marcas de coches del país. El primer modelo se fabricó en 1968, como sustitución del Ford Fairlane. Si se parecen un poco a mí, el nombre evocará la película del detective homónimo encarnado por Andrew Dice Clay. Pero mejor ciñámonos a los coches.

Como con el Mustang, el modelo fastback fue el más popular, y el que aparece en todas las fotos que encontrarán por ahí. Había varias opciones de motor, desde las “de calle” (3.3l, seis cilindros) hasta el modelo GT (4.9l, V8). El motor más potente fabricado para el Torino, y el del coche de la película (como dice uno de los pandilleros al verlo) es el “Cobra Jet”, de 7l y V8, que movía oficialmente 335CV, pero en realidad estaba más cerca de los 410CV. Una pesadilla para las compañías de seguros.

Hubo modelos de Torino desde 1968 hasta 1976. Los modelos de los 70 tenían un cuerpo nuevo, más agresivo. Si quieren ver uno en acción, no tienen más que buscar algún episodio de la serie Starsky y Hutch: el coche de los detectives es un Torino del 75. También el de la película Gran Torino es de esta época: del 72, para ser exactos.

Torinos en BaT

Hoy les voy a enlazar varios modelos distintos del Torino. El primero, uno de los más modositos, uno de 1970:

Ford Torino de 1970 (fuente: bringatrailer.com)

Ford Torino de 1970 (fuente: bringatrailer.com)

A pesar de ser de los 70, verán que es un coche bastante discreto, que en la época no habría llamado mucho la atención. Otra cosa totalmente distinta es éste que les pongo a continuación: un Torino del 69 con motor Cobra Jet.

Ford Torino de 1968 con motor Cobra Jet (fuente: bringatrailer.com)

Ford Torino de 1968 con motor Cobra Jet (fuente: bringatrailer.com)

Y nos vamos a un modelo del 68 para terminar. Es un GT, y ha sido modificado con elementos de modelos posteriores. Les pongo la foto con el antes y el después, para comparar.

Ford Torino GT de 1968, modificado (fuente: bringatrailer.com)

Ford Torino GT de 1968, modificado (fuente: bringatrailer.com)

Conclusión

Y esto es todo por hoy. Voy a disminuir la frecuencia de estos posts de semanal a quincenal, porque aunque no me llevan mucho, prefiero dejarlos durante más tiempo para compensar los pocos “hits” del weblog. Más tiempo para que ustedes lo disfruten, menos trabajo para mí. ¡Ganamos todos!

También voy a empezar a usar los tags de los posts de forma más correcta, porque he estado leyendo algo sobre SEO y lo que hacía hasta ahora es un poco de risa. Si ven tropecientos tags en lugar de los dos o tres habituales, no se asusten.

 

 

 

 

El primer coche eléctrico

¿Cuándo dirían que apareció el primer coche eléctrico? ¿En los 90? ¿En los 80? ¿Quizás en los exuberantes 50?

La respuesta es “a principios del siglo XX”. ¡Ya había coches eléctricos antes de la primera guerra mundial! El ejemplo de hoy: un Baker de 1909.

Un Baker de 1909, propiedad de Jay Leno.

Un Baker de 1909, propiedad de Jay Leno.

(pinchen en la imagen para el artículo original, en inglés)

Hoy la fuente no es BaT, sino otra web sobre coches antiguos y coleccionismo, hemmings.com. Han hablado de coches de combustibles alternativos con el presentador de TV Jay Leno, un coleccionista de coches de todos los tipos y colores, que tiene varias de estas reliquias. Cito y traduzco:

Los coches eléctricos fueron bastante populares en la primera década del siglo XX. En New York había estaciones de carga por doquier. Los Baker, como mi 1909, tenían una autonomía de 80 millas con una carga; usaban luces eléctricas e iluminación interna cuando todo el mundo usaba gas para las luces. Tiene defensas de cuero — la fibra de carbono de un siglo atrás. Y no necesitan mantenimiento; incluso hoy, lo único que hago es cargarlo y conducirlo. Éste usa baterías Edison alcalinas originales — sólo las lavo, las relleno y ya está.

No sé ustedes, pero para mí esto fue un descubrimiento. No sabía que hubiera coches eléctricos tan antiguos, y la idea de una New York con estaciones de carga para ellos (algo que no es frecuente ni ahora mismo, que los híbridos y eléctricos empiezan a despegar) me parece increíble.

Otra cosa curiosa sobre estos coches: estaban pensados para mujeres. No lo digo yo, lo dice Leno:

A las mujeres les encantaban los coches eléctricos: eran fáciles de conducir, no echaban humo ni manchaban de grasa, eran silenciosos, no tenías que encenderlos con manivela, sólo girabas la llave y listo. Los hombres ricos los compraban para sus esposas, no para ellos. Incluso la mujer de Henry Ford, Clara, tenía uno. Pero el coche eléctrico tenía el mismo problema que el Mazda Miata cuando salió — no puedes vender a un hombre un coche de mujer.

El editor de hemmings.com añade que Baker incluía en el coche un kit de maquillado y un vaso para flores. Machismo aparte, es todo un detalle.

 

 

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