Es habitual que, cuando un coche tiene éxito, alguna firma haga réplicas en miniatura. Lo que no es habitual es que ocurra al revés: que se haga un modelo real a partir de un coche en miniatura. Y sin embargo, es lo que ha pasado con el Camaro de 1967 de Hot Wheels, que ha sido encarnado en un coche real por Chevrolet.

Réplica y original. La réplica es, en este caso, el coche grande. (fuente: autoweek.com)

Réplica y original. La réplica es, en este caso, el coche grande. (fuente: autoweek.com)

“Ruedas calientes”

Eran tiempos más inocentes. Un nombre como éste, actualmente, daría mucho que hablar.

Hot Wheels fue creada en 1968 por Mattel para competir con el otro gran fabricante de coches en miniatura (técnicamente, escala 1:64), Matchbox. Empezó fabricando modelos icónicos de las marcas americanas, entre los que se encontraban varios “muscle cars”: el Mustang, el Plymouth Barracuda y el Camaro.

Camaro 1967 de "Hot Wheels"

Camaro 1967 de “Hot Wheels”

Una de las características especiales de estos coches era la pintura “Spectraflame”, que le daba un aspecto metalizado parecido al de los coches reales. El acabado se conseguía puliendo el metal de las carrocerías y cubriéndolas con laca coloreada, y había colores muy llamativos y exóticos. El menos frecuente era “Hot Pink”, que fue considerado un color “de chicas” y no se usó demasiado. Ahora es uno de los más valorados por coleccionistas, precisamente por eso.

El coche real

Camaro 1967

Camaro 1967 “Hot Wheels” (fuente: motortrend.com)

Chevrolet ya tenía un “pack” Hot Wheels, un Camaro “moderno” con algunas mejoras especiales (“Camaro Hot Wheels Edition”). Es el que pueden ver en la primera foto de esta entrada, con su versión en miniatura.

La réplica del modelo de 1967 es una obra del grupo Chevrolet Performance, que le ha puesto un “pequeño” motor de 430CV y cambio automático de cuatro marchas. Pueden ver más fotos, tanto del exterior como el interior, en este enlace.