De vez en cuando, algún chalado de la mecánica agarra un motor con muchos caballos y lo pone en un coche donde apenas cabe. Esta semana ha salido un nuevo ejemplo en bringatrailer.com, y me sirve de excusa para escribir algo.

El coche en cuestión es éste:

Mini de 1970 con motor Yamaha R1 (fuente: bringatrailer.com)

Mini de 1970 con motor Yamaha R1 (fuente: bringatrailer.com)

Este pequeñajo lleva un motor Yamaha R1, un motor diseñado para la moto Yamaha YZF-R1 que alcanza los 150 CV. Como se pueden imaginar, 150 CV en un coche que pesa sobre 750 kg son palabras mayores. En el anuncio original, el creador de este pequeñajo dice que da miedo conducirlo: una vez que se llega a la power band, es mejor agarrarse fuerte. Dice que la sensación de velocidad es mayor que en otro coche que tiene, un Camaro de 502 CV.

Había visto algo parecido hace tiempo, con los Smart a los que les ponen el motor de una Hayabusa, la moto más rápida de serie. Aquí hay un video en el que uno de éstos compite con un Ferrari en una carrera corta. Sigo prefiriendo el Ferrari, que conste.

Estos coches modificados son llamados pocket rockets (“cohetes de bolsillo”). Hay un hilo en este foro con una recopilación.

¿Son peligrosos? Muchísimo: el dueño del Mini de ahí arriba decía que le daba menos miedo conducir su Camaro de 502 CV. Un coche tan pequeño lanzado a gran velocidad, por muchos frenos que le pongas, no podrá reaccionar como uno más pesado y pensado para esas velocidades. ¿Son legales? Habría que verlo: en los EEUU hay manga ancha, pero no sé cómo sería aquí en España. ¿Son caros? Bastante: aparte del motor, que no es barato, haría falta el chasis del coche original y mucha mano de obra experta.

Pero eso no quita que me den una envidia tremenda cada vez que que veo los vídeos.